El sector privado y la evaluación


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Imagen: Organización Mundial de la Salud

Es frecuente que al sector privado se le pida proporcionar financiación para el desarrollo y para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Pero puede y debe ir más allá de la financiación. Entre otros campos, explorando maneras innovadoras de producir impacto en el desarrollo.

En este sentido va un artículo de opinión publicado por la plataforma Devex hace unos meses. Se titulaba Innovation, accountability, and learning to achieve a better world y su autora es Lauren Moore, de Johnson & Johnson.

Por José Luis Trimiño                                                             30 de diciembre de 2017

El artículo es patrocinado, por lo que no es extraño que dedique bastante a difundir cosas que hace Johnson & Johnson. Pero contiene algunas cuestiones interesantes respecto a la utilización de las evaluaciones para las actividades del sector privado.

Como puede esperarse, el artículo sostiene que la necesidad de evaluar deriva de la obligación de rendir cuentas y que la evaluación es una herramienta que permite entender qué ha funcionado y qué no, qué mejor y qué peor, a favor de quiénes ha funcionado y cómo poder seguir creando impacto.

Moore considera que la evaluación estimula la calidad de la programación de las actuaciones. Explica cómo lo utiliza el concurso de proyectos GenH Challenge, que lanzó Johnson & Johnson. En él se plantean, desde el principio, cuestiones sobre las evaluaciones; eso implica invertir tiempo y dinero en entender el valor del enfoque global de cada proyecto presentado.

Afirma que la evaluación tiene un efecto catalizador. Sugiere tomar diversas herramientas que el sector privado utiliza para generar impactos sociales positivos y considerarlas desde el punto de vista de la evaluación; ello permite generar conexiones entre las empresas y los movimientos globales. Hace referencia a actividades de voluntariado corporativo de Johnson & Johnson; y dice que están desarrollando herramientas y marcos -de fuente abierta- para medir la contribución de este voluntariado a los ODS.

Finalmente, considera el efecto unificador que tiene la evaluación. Recuerda que tradicionalmente, las empresas donaban productos a quienes los necesitaban. Pero, poco a poco, las donaciones -se centra en el sector salud- se han ido haciendo más estratégicas, yendo más allá de las necesidades inmediatas de los individuos, hacia cuestiones como el fortalecimiento de los sistemas sanitarios o el hacer frente a ciertas enfermedades. Pone como ejemplo el Partnership for Quality Medical Donations (PQMD), una alianza que pretende mejorar el acceso a los servicios de salud para comunidades mal atendidas y zonas afectadas por catástrofes. El PQMD ha reunido a un grupo de expertos en evaluación para elaborar un marco que se ajuste a la evolución de los programas de donaciones médicas y a los diversos esfuerzos que hay en este sentido.

Se hace allí una referencia a otro artículo, titulado Perceptions, misconceptions, and the private sector’s role in fragile settings, también publicado en Devex. En él se señala que los países frágiles y las zonas afectadas por crisis y catástrofes requieren un enfoque específico, diferente del de países o regiones en desarrollo. Se focaliza en el sector salud y en el rol del sector privado en esas situaciones.

CC BY-NC-SA